martes, 14 de octubre de 2014

SÍNTESIS BIOGRÁFICA




Al llegar a la adolescencia, como cualquier joven de su edad, Ana Josefa se enamoró de un apuesto joven del pueblo, José Mir, al que amó mucho y con el que rompió, cuando Cristo, de manera muy singular, se cruzó en su vida. A partir de entonces no tuvo otro deseo que consagrarse totalmente a Él. 

Con la firmeza y tenacidad que siempre la caracterizaron, al ver que el camino hacia la Vida Religiosa le estaba vedado, de momento, por la oposición de su padre, decidió vivir su entrega al Señor en su mismo pueblo, dedicándose a la oración y al cuidado de los más necesitados, especialmente de los ancianos abandonados. Su entrega al Señor y su espíritu de servicio los compartió, primeramente, con una joven muy piadosa y caritativa, Josefita Muñoz Castillo, y, más tarde, con Frasquita e Isabel Bravo Muñoz y con Rafaela Conejo Muñoz. Con ellas extendió su acción caritativa hasta el vecino pueblo de Álora.

Una vez muerto su padre, en 1877, la senda hacia la Vida Religiosa queda despejada. Una frase suya, de esta época, condensa muy bien lo que fue, para siempre, la consigna de su vida: Señor, Vos sobre todas las cosas . Por consejo de su confesor, ingresa en la naciente Congregación de las Mercedarias de la Caridad , en 1878. Unos meses más tarde, convencida de que el Señor no la quiere allí, sale de las Mercedarias. Guiada por su confianza en el Señor y por su profundo sentido de fidelidad a la Iglesia , presenta su situación al Obispo de Málaga, D. Manuel Gómez Salazar, que, con palabra profética, pone fin a su incertidumbre y le señala un camino que ella, en su humildad y sencillez, jamás se había planteado: Fundadora de una nueva Familia Religiosa en la Iglesia , las Madres de Desamparados. CONTINUARA.....

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