viernes, 16 de mayo de 2014

SEMANA VOCACIONAL

VIERNES

AMBIENTACIÓN
Es un riesgo el hecho de confiar, sin duda. A veces las cosas salen bien cuando uno confía, y a veces el chasco o la decepción son morrocotudos. Un riesgo, está claro, pero es precisamente eso lo que hace que la confianza valga y suponga tanto para cada uno de nosotros. ¿Estás dispuesto a Confiar y así ponerte manos a la obra  para construir un mundo mejor? De ti depende.

  
Sal 37, 3-4, 23-24

Confía en el Señor y haz lo bueno,
vive en la tierra y mantente fiel.
Ama al Señor con ternura,
y él cumplirá tus deseos más profundos.
El Señor dirige los pasos del hombre
y lo pone en el camino que a él le agrada;
aún cuando caiga, no quedará caído,
porque el Señor lo tiene de la mano.
 Reflexión

 La Real Academia Española (DRAE) define el término confiar como “encargar o poner al cuidado de alguien algún negocio u otra cosa”. También como “depositar en alguien, sin más seguridad que la buena fe y la opinión que de él se tiene, la hacienda, el secreto o cualquier otra cosa”.  También dice: “dar esperanza a alguien de que conseguirá lo que desea”, mientras que la última afirma que es también “esperar con firmeza y seguridad”.
Como vemos, tanto en la definición del DRAE como en el fragmento del Salmo 37, la confianza alimenta la esperanza de algo mejor, de algo importante para nosotros. Incluso, leyendo estos textos con los ojos de la fe, la confianza en Dios nos llena de la seguridad de saber que nuestra propia vida, nuestros sueños, anhelos, deseos y metas, están en las manos de Dios.

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